En el cine, esta elegante y gran actriz del cine clásico, fue el
objeto de una frase tan repetida como es el "Siempre nos quedará
París" con
la que Humphrey Bogart dejaba abierta la historia de amor más célebre del cine
clásico, en la película “Casablanca”.
El mayor descubrimiento
sueco de Hollywood tras la retirada de
"la divina" Greta Garbo había resultado ser una auténtica rubia de
Hitchcock también fuera de las pantallas.
Un volcán gélido que, pese
haber representado el candor en cintas como "Luz que agoniza" -el
primero de sus tres Óscar- o "Recuerda", de Alfred Hitchcock, dio la
campanada.
"Era
el ser humano más tímido jamás creado, pero
tenía un león dentro que no se iba a callar", resumió ella misma en su autobiografía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario